Cómo administrar las propinas y qué hacer para mejorarlas
Publicado por Karla Garza on 30.10.23
Dar propinas es una práctica global, aunque no funciona igual en todos los países. Hay lugares donde existen incluso leyes que la regulan, como en EEUU, donde rondan el 20% del consumo, y también hay sus excepciones: por ejemplo, en Japón, dar propina es considerado de mala educación y puede tomarse como un acto de superioridad hacia los trabajadores del restaurante. Se espera que los salarios sean suficientes y dignos para el trabajo que se hace.
Claro, hablamos de los restaurantes, cafeterías y bares, ya que, si se trata de otros servicios, como eventos de banquete, servicio al cuarto, o atención de gran cantidad de comensales, los sueldos y propinas pueden ser otros y en muchos de esos casos sí, estas últimas son obligatorias.
En nuestro país, como en mucho otros, la propina en los restaurantes es una forma de solidaridad con el trabajo duro de los meseros y cocineros, y a la vez, de reconocer el buen servicio. Y finalmente, un tema de conciencia, pues mucha gente sabe, que, a su vez, muchos restaurantes hacen de las propinas prácticamente el sueldo de los empleados, principalmente meseros o camareros, ya que les pagan el mínimo o poco más que eso.
En México, la propina no es obligatoria, y como así está establecido en la Ley Federal de Protección al Consumidor, si un restaurante obliga a los clientes a dejarla, podría ser multado. Además, el restaurante tampoco puede por ley retenerlas para sí.
Sin embargo, sí está generalizada la práctica de dividirlas de diferentes formas entre los empleados, así que los restaurantes a menudo establecen cómo administrarlas.
La idea que subyace aquí para muchos administradores es que el servicio es el conjunto del trabajo de todos, no solo del camarero, por lo que alientan y en muchas ocasiones obligan a los mismos a repartirlas. Lo que no debe suceder es que dicho reparto se convierta en una forma de evitar pagar un salario justo, ni mucho menos que esa sea la única percepción de los empleados, lo cual es también ilegal.
¿Cómo se hace el reparto de las propinas?
Tradicionalmente, ha habido varias formas de administrarlas muy generalizadas: una, es que el capitán de meseros las colecte todas y decida cómo repartirlas entre la cocina, la barra, el personal de limpieza, la caja, y los meseros.
Otra ha sido establecer porcentajes para cada área sobre el 10% de la cuenta, que es lo mínimo que se espera recibir (y de ese modo, si la propina supera ese porcentaje, lo recibirá el camarero). En épocas más recientes, en muchos lugares se ha llevado todo a un bote común para repartirse equitativamente entre todas las áreas.
La forma más adecuada es la que se ajuste mejor a cada restaurante y resulte más justa para sus empleados, ya que, si no es así, será una fuente constante de disgusto entre ellos. En todos los casos, un salario base justo es muy importante.
Un sistema POS o software para restaurantes permitirá establecer más certeramente cuánto se debe repartir según las ventas del día, ayudará a contabilizar más ágilmente las propinas que han quedado en los pagos con tarjeta y las que se debieron recibir en efectivo, y, por último, agilizará también la contabilidad del cierre.
¿Cómo se mejoran las propinas?
Como ya señalamos al principio, las propinas son generalmente un reconocimiento al buen servicio. Así que lo mejor que puedes hacer por tu personal para que mejoren sus ingresos en este rubro, es brindarles una excelente y constante capacitación en temas de servicio.
Además de lo obvio que espera cualquier comensal (que no haya faltantes en el menú cuando quiera pedir algo, que su comida llegue en buen estado y sea sabrosa, etc.), un servicio de calidad implica virtudes como amabilidad, buen trato, respeto, agilidad y efectividad.
La comodidad de los clientes durante su tiempo en el establecimiento incide mucho también. Así que invertir en mobiliario cómodo, una buena decoración, buenos baños, cuidado constante de la limpieza, etc., también ayudará a los empleados a recibir mejores propinas.
Y claro, si optas por considerar las propinas un triunfo de todos, así mismo todos deben participar con igual entusiasmo en hacer insuperable la experiencia del cliente.