Cómo ahorrar energía en tu restaurante
Publicado por Karla Garza on 30.10.23
Sin cuidar los costos y gastos críticos, cualquier restaurante puede verse en apuros financieros a pesar de tener éxito con la clientela y, por el contrario, ahorrar en los servicios básicos puede dar un respiro económico al negocio.
Por eso te compartimos en este artículo vías simples para ahorrar en uno de los principales gastos de un negocio de hostelería: el consumo eléctrico.
En general, existen dos formas de hacerlo: haciendo cambios operacionales y haciendo cambios o sustituciones de equipos y tecnología.
El primer rubro es el que representa menos costos asociados, claro, y eso es una gran ventaja. Es decir, podemos empezar a generar ahorro sin hacer grandes inversiones simplemente cambiando patrones de trabajo y consumo.
Por ejemplo, vigilando el uso de la iluminación, evitando que haya luces encendidas cuando hay suficiente luz natural o que la decoración luminosa esté encendida cuando no hace falta.
Para aprovechar mejor la luz solar puedes colocar bloques translúcidos en el techo o ventanales grandes en la fachada y, para evitar que también provoquen calor, puedes instalar un sistema de protección solar regulable.
Lo mismo con el aire acondicionado, con el que muchas veces se exagera manteniendo un clima demasiado frío, cuando basta que esté fresco. De hecho, puede llegar a ser incómodo para los clientes, incluso poco saludable si afuera la temperatura es altamente contrastante.
También se puede ayudar a la temperatura interior evitando la radiación solar mediante cortinas, por ejemplo, y colocando barreras de aire en el acceso al restaurante o puertas dobles para minimizar el intercambio de temperatura interior y el exterior en cualquier clima.
En las cocinas, por otro lado, es muy común encender los equipos de cocción al máximo para acortar tiempos de preparación. Y en realidad, eso solo se justifica cuando la producción es muy alta. Simplemente moderando los equipos durante periodos de baja producción y apagándolos durante los periodos muertos se logran ahorros muy significativos.
En general, desconectar todos los equipos eléctricos que no se estén usando es una regla de oro del ahorro de energía. Incluso puedes evitar usar elementos de cocina eléctricos cuando los tiempos lo permiten.
Por ejemplo, una tarea simple con los equipos de refrigeración es revisar periódicamente que los empaques de las puertas cierren bien, pues si eso no pasa, el equipo trabajará a tope todo el tiempo.
Además de producir ahorros de energía, los equipos con buen mantenimiento duran más y son más confiables para las operaciones diarias, de modo que un buen plan de mantenimiento es una inversión segura para cualquier área en un negocio de hostelería.
En la decoración
Hay detalles que también pueden hacer grandes aportes a la larga y muchos de ellos tienen que ver con la forma en que ambientas tu local.
Por ejemplo, elegir telas según la época del año, desde las cortinas y los manteles, hasta los uniformes, puede ayudar mucho. Las telas más pesadas ayudan a que el calor no se “evapore” en invierno, y en verano, las más livianas evitan que el calor aumente.
Del mismo modo ayudará pintar con colores claros tanto las paredes como el techo. Por un lado, para ayudar a la luminosidad y por otro, a la temperatura. Los colores claros generan ahorro de muchas formas.
Invertir para ahorrar
Ahora bien, además de las medidas operativas, hay una variedad de inversiones posibles para el ahorro de energía que a mediano o largo plazo se pagarán solas y, además, muchas de ellas no requieren involucrar trabajo o personal.
Una primera opción es la instalación de fotoceldas económicas que se activan cuando escasea la luz natural.
También puedes adquirir electrodomésticos ahorradores o, incluso, a gas (gasodomésticos) o bitérmicos, que evitan el calentamiento ineficiente del agua. Es recomendable procurar sistemas de regulación automática que se pueden programar o que tengan sensores.
Hoy en día hay mucha tecnología sofisticada en los electrodomésticos de las cocinas industriales pensada para ahorrar.
Cuidar lo que hay
De cualquier modo, con o sin inversión en equipos nuevos de bajo consumo, cuidar los equipos que se tienen con el mantenimiento adecuado, siempre ahorrará en servicios y gastos en general. Es una regla, los equipos en buen estado gastan menos.
Para empezar, revisar la instalación eléctrica debe ser una tarea sistemática y, cuando sea necesario, se debe invertir en cambiar las conexiones o accesorios que lo requieran. Si la instalación eléctrica no está en perfectas condiciones gastará mucha más energía.
Puedes también crear un documento tipo check list de encendido de luces para apoyar el ahorro de electricidad. Deberás diseñarlo cronológicamente, según las actividades de apertura y cierre del negocio.
Aprovechar estas pautas para ahorrar energía es resultado de una apropiada capacitación a todo el equipo, que habrá de comprender el esfuerzo que se está haciendo y el sentido que tiene para el negocio.
Finalmente, ten en cuenta que cuando hace falta ahorrar en costos, estos son los más indicados, lejos de disminuir la calidad de tus insumos o de recortar nómina, por poner ejemplos no recomendados. Ahorrar energía en tu local es una gran manera de ayudar al éxito de tu negocio.