La cristalería del restaurante: cómo cuidarla
Publicado por Karla Garza on 30.10.23
La cristalería es un elemento importantísimo en un restaurante, y muchas veces, una inversión significativa de los mismos.Pero, ¿por qué importa la cristalería? Para empezar, vasos y copas limpios realzan el atractivo visual de las bebidas. Y, por el contrario, los vasos sucios o en mal estado pueden causar desconfianza del cliente y dañar la reputación del restaurante.
La elección es mucho más importante de lo que creemos, sobre todo cuando no se tiene anualmente o previo a la apertura del restaurante, según su nivel de servicio y estilo de comida, la inversión reflejada en un OPEX (Operational Expenditures), partida en la que entran todos los equipos menores de operación.
Por otro lado, cuidarla es evitar pérdidas, por lo que es necesario seguir pautas de higiene y seguridad en su limpieza.
Veamos cómo hacer de la cristalería una inversión duradera.
Cómo elegirla
Desde el momento de la compra de las piezas de cristalería para un restaurante, se pueden evitar muchos dolores de cabeza decidiendo inteligentemente las compras en base a la resistencia de los materiales y el diseño.
Verifica que resista a altas temperaturas y cambios bruscos, que los materiales sean aptos para microondas y lavavajillas y que resistan golpes, porque son muy comunes en la actividad diaria de un restaurante.
La compra de TARAS especificas también será clave para asegurar un embalaje perfecto y sobre todo, un buen resguardo.
Por último, evita la cristalería tallada, pues requiere un lavado y secado muy minuciosos; prefiere materiales lisos, que hacen más segura la higiene.
Cómo manejarla
La cristalería es el punto débil de la vajilla del restaurante, ya que el vidrio es muy frágil y generalmente, por sus superficies reducidas de apoyo, los vasos y copas caen y se quiebran fácilmente.
Para minimizar ese efecto, lo primero es establecer rutinas para su manejo y darlas a conocer claramente a todos los que manipulan estas piezas en el local. Aquí hay algunas reglas básicas:
- No trasladar piezas de cristalería apiladas o amontonadas. Siempre es una acción peligrosa por el golpeo de unas piezas con otras.
- Siempre se deben tomar por la base los vasos y copas cuando se sirven o retiran de las mesas. Primero, por higiene, para evitar el contacto (y contaminación) de los dedos con los bordes (por supuesto, nunca se deben introducir los dedos en ellos), y segundo, para evitar accidentes.
- Evitar en lo posible los choques térmicos, ya que son una causa frecuente de que vasos y copas se quiebren. Por ejemplo, después del lavado y secado, hay que establecer un período de enfriamiento que debe respetarse.
Cómo limpiarla
Limpiar bien la cristalería es vital en un restaurante. Una higiene insuficiente hará que se acumulen residuos sobre los vasos, lo que a su vez puede causar bebidas sin efervescencia, falta de conservación de la espuma en la cerveza, bebidas contaminadas con sabores no deseados y toxinas que podrían significar un riesgo para los clientes.
Por otro lado, para el lavado de la cristalería también se deben tener en cuenta algunas precauciones en aras de su cuidado. Por ejemplo:
- No deben mezclarse con platos, cubiertos, fuentes u ollas, al lavarse.
- No se deben sobrecargar las bandejas, eso es casi garantía de que algunas se romperán.
- La bandeja debe ser del tamaño adecuado. Más pequeña, presionará los vasos, y más grande, chocarán unos con otros; en ambos casos, se romperán piezas.
- Si se trata de cristalería fina, es mejor lavarla a mano. Lo mismo para recipientes grandes de vidrio tallado, como jarras o licoreras.
- Lo más indicado es una solución de agua tibia y detergente líquido.
- Lo ideal es terminar la higiene con un cepillo para vasos y después enjuagar con agua caliente y disponer los vasos y copas para que se sequen al aire.
- No usar esponjas metálicas, para evitar rayar el cristal.
- Para una terminación perfecta, se pueden rociar con vapor por dentro y por fuera y luego frotar suavemente con papel absorbente.
- Utilizar detergentes especiales para vasos y copas, que son menos agresivos que los que se usan en platos.
- Vigilar las dosis de detergente y las temperaturas adecuadas para el lavado.
Recomendaciones finales
Otro tip que puede ayudar mucho a mantener este parte de la vajilla en buen estado, es usar organizadores de vasos, que son muy útiles para guardarlos adecuadamente. Los carritos para transportar la vajilla también son grandes aliados. Y por último, considera también adquirir soportes y alfombrillas para copas, que evitan que se resbalen, golpeen entre sí, o caigan.
Finalmente, es necesario saber que, aunque se cuide adecuadamente, la cristalería se gasta y se deteriora con el tiempo. Aparecen turbiedades, marcas y otros defectos. Cuando eso sucede, las piezas simplemente deben ser retiradas de circulación para evitar accidentes.
En un restaurante a tope, los accidentes pueden ocurrir de cualquier forma, sin embargo, seguir estos cuidados simples, minimizará los accidentes y dará más vida a los vasos y copas de tu restaurante.