La rutina de apertura en restaurantes: cómo empezar un buen día
Publicado por Karla Garza on 30.10.23
“Hoy fue un día feliz. Solo rutina”, escribió alguna vez Benedetti. Y lo cierto es que, si nos sacudimos el estigma, la rutina tiene sólidas ventajas. Especialmente para ciertos negocios. Aunque la magia de la espontaneidad y la creatividad están siempre presentes, los restaurantes, bares y cafeterías, son entes de rutinas. Está en el ADN de su sano funcionamiento. Quizá se deba a que en este tipo de establecimientos las tareas son muchas. Y ordenarlas ayuda a mantenerlos más organizados, e incluso más limpios.
Una rutina documentada y clara ayuda al personal a entrar en "modo de trabajo” más rápida y eficientemente. Así que todos deben estar involucrados y contar con pequeñas rutinas particulares que hagan parte de la gran rutina general.
Además, servir a los comensales implica mucho “prep”, como suele llamarse en este ambiente a todos los procesos de preparación previos a la atención. El lugar debe estar listo para recibir clientes; en los refrigeradores y almacenes debe haber lo necesario para que el menú completo esté disponible cada jornada, etcétera.
De ahí que, una lista de verificación para asegurar las condiciones óptimas al abrir, es muy pertinente. Esta herramienta gratuita ayuda a evitar olvidos u omisiones, por tanto, disminuye los errores humanos y mejora los tiempos y la ejecución de cada tarea. Además, para la mayoría es satisfactorio marcar o “palomear” actividades en una lista hasta completarla, ¿lo habías notado?
Las listas de verificación deben incluir, claro, las prioridades y las particularidades de cada negocio, sin embargo, en líneas generales, se pueden identificar rubros que no deben faltar.
Cada negocio debe tener su lista, y en ella puede haber detalles básicos pero importantes como cambiar un el letrero en la entrada de "Cerrado" a "Abierto".
Si el tiempo alcanza, pueden agregarse otras tareas menores, como, por ejemplo, revisar la vajilla y la cristalería para comprobar que todo esté limpio y en óptimas condiciones, y así evitar que, en medio de las prisas naturales del turno, algún comensal reciba un vaso estrellado, un tazón roto, una bandeja manchada, etc.
Lo mismo puede aplicarse al mobiliario, principalmente sillas y mesas utilizadas por los comensales.
Y aunque esta en particular puede no ser una tarea para todos, sino más bien para los encargados de la operación, también conviene revisar los informes del día anterior y estar al tanto de cualquier anotación que haga el equipo de cierre.
Si aplica, también se puede consultar la lista de reservas para estar al tanto de cualquier solicitud especial u otras notas relacionadas con el próximo servicio, así como consulte con la cocina sobre los especiales del día u otros cambios en el menú, e incluso publicarlos en algún lado.
Establecer una rutina de apertura, transmitirla detallada y claramente a todo el equipo, dejarla visible, e incluirla en la capacitación de personal, le dará a la organización completa una mejor base para arrancar bien los días, y el personal podrá tus adoptarla de manera natural como parte de sus labores, y no como una obligación extra.
Tal como una rutina personal al despertar ayuda a empezar el día, también puedes confiar en ella para “despertar” a tu negocio cada día.