Lavado de manos correcto step by step
Publicado por Karla Garza on 30.10.23
La actual pandemia que azota al mundo nos ha vuelto de pronto masivamente conscientes de todos los riesgos que nuestras manos pueden guardar, llevar y traer.Se sabía que son una de las principales partes del cuerpo que guardan y trasmiten gérmenes, por obvias razones: con ellas manipulamos los alimentos, y a través de ellas podemos propagar patógenas por toda la cocina, sus utensilios y superficies. Sin embargo, nunca había sido tan importante mantenerlas limpias, y esta vez las razones son de salud pública a escala mundial.
El lavado de manos es el nuevo protagonista del cuidado de la salud, y doblemente importante se vuelve en el ambiente restaurantero.
También, para prevenir contaminación cruzada e infecciones o intoxicaciones alimentarias, hay que hacerlo constantemente, y hacerlo bien. Por eso aquí te detallamos cómo.
El jabón puede ser: antiséptico, bacteriostático, neutro, antibacteriano, o simplemente jabón común. Basta que haga espuma.
El agua puede ser: fría, caliente o templada, porque en realidad la temperatura del agua no influye en la eficacia del lavado de manos.
El proceso en realidad implica cinco pasos simples: mojar, enjabonar, frotar, enjuagar y secar.
Cómo se hace:
- Quitándose anillos, joyas o relojes (elementos que de preferencia no deben usarse al trabajar en la cocina).
- Con agua fría o tibia.
- Frotando vigorosamente palmas, dorsos, laterales, dedos, muñecas y uñas (si es preciso, utilizando un cepillo).
- Sin olvidar la zona entre los dedos.
- Hacerlo menos por 20 segundos.
- Enjuagando abundantemente.
- Secando con toallas desechables o al aire libre.
Cabe apuntar que según el estudio "Evaluación de riesgos relacionados con la contaminación microbiológica de comida lista para cocinar. Los trabajadores y la eficacia de intervenciones para reducir al mínimo estos riesgos", el secado de manos con aire caliente "aumenta los niveles de bacterias hasta un 500%, por tanto, es la solución de secado menos eficaz".
Después, no olvides no tocar elementos sucios una vez que tus manos están limpias.
¿Y qué pasa si omitimos lavarnos las manos?
Según la microbióloga Lorena López-Cerero, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, se ha podido identificar que la cantidad de bacterias virus, parásitos y hongos que podemos albergar en nuestras manos oscila entre 104 y 109 unidades formadoras de colonias por mililitro.
Así que cuando una persona no se lava las manos, directa o indirectamente puede transmitir bacterias, virus y parásitos capaces de generar desde diarreas, hasta enfermedades cerebrales, pasando por infecciones abdominales, cólera, gastroenteritis, gastritis, neumococo, hepatitis A, infecciones respiratorias, gripes, neumonías, tosferina, bronquiolitis, infecciones cutáneas, hasta las infecciones por enterovirus. Y claro, el virus que hoy por hoy preocupa al mundo entero.
Tan es así que tan solo en el 2015 más de 300 mil niños menores de cinco años murieron en el mundo por enfermedades diarréicas relacionadas con la falta de aseo.
Además, se debe tener en cuenta que también se pueden transmitir otro tipo de microorganismos que si bien no son peligrosos para personas sanas, sí pueden producir enfermedades graves a personas inmunodeprimidas, como es el caso de las bacterias ‘Klebsiella’ o ‘Acinetobacter’.
¿Es mejor usar gel antibacterial?
Usar un desinfectante de manos que contenga, al menos, un 60% de alcohol es una recomendación que se da cuando no hay agua y jabón para el lavado de manos.
Sin embargo, esta opción, según los especialistas, es menos eficaz, sobre todo, si las manos están sucias o grasas, ya que en esos casos el alcohol puede no eliminar todos los microorganismos, mientras que el agua con el jabón y frotar por un lapso mínimo, siempre funciona. Puede ser más engorroso, pero lavarse las manos es en todos los casos la mejor opción.
Finalmente, lavarse las manos con frecuencia nos puede proteger de hasta 200 enfermedades distintas, y además disminuye el riesgo de desarrollar resistencia a los antibióticos. Es un precio bajo por una gran ventaja.
Que tu equipo no olvide este paso básico todos los días, varias veces al día.