Hace siglos sabemos que la información es poder. Aunque hace apenas unos cuantos años que somos capaces de procesar tanta, gracias a las nuevas tecnologías.

Así surgió el “Big data”, y ha evolucionado tanto, que hoy 1 de cada 5 pequeñas empresas y 6 de cada 10 empresas grandes, lo utilizan.

Se llama Big Data al procesamiento, análisis e interpretación de información en gran volumen a través de la tecnología. Y lo mejor que le puede proporcionar a un negocio, es una muy meticulosa y exacta radiografía de sus clientes y sus preferencias. 

La información que no sabías que tenías

Los negocios gastronómicos pueden extraer información importante primeramente de sus propias fuentes, es decir, de sus nóminas, de sus reportes de ventas, de sus inventarios y cualquier informe interno, así como de las opiniones de sus clientes en encuestas, mensajes y redes sociales. Pero, además, hay mucha información vital que se genera también fuera del ambiente del restaurante.

Por ejemplo, las estadísticas de las plataformas sobre la hora más popular de pedidos en línea; las críticas de los usuarios en apps de reseñas o en redes sociales; las tendencias en Google, e incluso el pronóstico del clima o los reportes del tráfico, son datos clave para decidir exitosamente tus estrategias, promociones, tipo de marketing, etc.

Actualmente hay software o sistemas para todo en los restaurantes: para las terminales punto de venta, para fijar la nómina, los horarios; para el control de inventarios, para el cálculo y pago de impuestos, etc. Y todos generan información valiosa que quizá no estás aprovechando.

Integrarla, además de darte esa información extra, te permitirá aumentar la eficiencia tanto de la operación, como de la comercialización, e incluso el marketing -pues estará basado en datos reales-.

La información que nos hace más aptos

En los restaurantes las cosas cambian rápidamente: de un momento a otro tu comedor puede pasar del vacío al “rush”; tus pedidos pueden variar tremendamente de una semana a otra; los patrones de consumo pueden cambiar drásticamente de un periodo a otro, etc. Así que seguirle el paso a los cambios y mantener una gestión dinámica, es vital.

Para eso, se requiere información y un buen procesamiento de la misma, que pueda pronosticar el comportamiento de nuestros clientes, del mercado en general, de los productos, de los proveedores, etc.

El Big Data hace aquí su gran contribución permitiendo “cruzar” mediciones y datos propios y de otros restaurantes. Por ejemplo, el Big Data te podría servir para saber cuál es el consumo promedio por persona en restaurantes de comida italiana, o cuántos restaurantes venden sushi en tu ciudad o tu zona, o qué alimentos están aumentando su venta entre el público específico al que te diriges, etc.

Así, el negocio y el personal estarán mejor preparados para cualquier situación y para la llegada de cualquier tendencia. 

La información que ayuda a conquistar clientes

El otro gran aspecto del Big Data es la oportunidad de obtener la ventaja competitiva de personalizar la experiencia del consumidor, la publicidad, y la oferta gastronómica, en base a los datos propios y generales, para darles exactamente lo que están esperando y obtener así su fidelidad, lograr que regresen, y también atraer a nuevos clientes.

Claro, todo comienza con comprender qué es lo que quieren nuestros clientes. Y para ello, no bastan los datos, hace falta una interpretación exhaustiva. Así es como el Big Data amplía el panorama incluyendo factores a considerar tanto internos como externos.

Finalmente, si hay tanta información disponible sobre nuestros clientes y prospectos, ¿por qué no recabarla y utilizarla a favor? Es un hecho que, con ella en mente, tomarás mejores decisiones comerciales que basándote en tu mera intuición o preferencias. La información es poder más que nunca, ¡no la desperdicies!