Restaurantes en México: clasificación y categorías
Publicado por Karla Garza on 30.10.23
Al abrir un restaurante, probablemente lo primero en lo que debe pensarse es qué tipo de restaurante será. De ahí se puede partir para definir qué tipo de personal se necesitará y qué tipo de compras deberán hacerse respecto a insumos, mobiliario, etc.
Claro, es necesario conocer primero cuáles son esas categorías. Y aquí las desmenuzamos para ti.
En ellas se toman en cuenta factores que comúnmente las mismas personas usan para describir los restaurantes: qué tan formales son (su decoración, el tipo de espacio para esperar, la vestimenta formal, si tienen servicio de mesa completo); el tipo de servicio que brindan (de mesa o de mostrador); el nivel de atención, el tipo de ambiente (formal, relajado, informal, etc.), el rango de precios, la calidad y frescura de los ingredientes y la presentación de sus platillos, son los más destacados.
En México, existen 4 categorías. Veamos cuáles son y cómo se definen:
1. Restaurantes de lujo
Para ser clasificados como restaurantes de “cinco tenedores”, estos deben contar con una organización eficaz, una cocina muy bien equipada, una decoración con materiales de la mejor calidad, así como mobiliario de primera categoría (mesas, sillas, alfombras, cortinas, manteles, loza, cristalería, etc.), y el servicio debe ser muy personalizado y detallista para con los comensales. Tienen entradas diferentes para la clientela y para el personal.
Por supuesto, también los alimentos deben ser de la mejor calidad, preparados al momento, escogidos a la carta y servidos a la mesa. Además, es importante que cuenten con una buena y variada selección de vinos y en general con una amplia carta de bebidas alcohólicas.
Finalmente, cuentan con comodidades o servicios extra como valet parking, sala de espera o área de bar para esperar mesa, teléfono celular disponible para el uso de los clientes, aire acondicionado y calefacción, sanitarios amplios, etc.
2. Restaurantes de primera
A los restaurantes de “cuatro tenedores”, también se les conoce como de full service. A diferencia de los de lujo, suelen presentar un menú de 5 a 7 diferentes tiempos de servicio, y su variedad de bebidas alcohólicas es limitada. De la cocina, algunos platillos salen con cubre fuentes y otros se preparan en la mesa, a la vista de los comensales. Al no ser tan exclusivos como los de 5 tenedores, suelen ser los que normalmente conocemos como un ‘buen restaurante’.
3. Restaurantes de segunda clase
Los restaurantes de “tres tenedores” también se conocen como restaurantes turísticos. Lo que los diferencia los de 4 y 5 tenedores, es que no tiene un acceso especial para empleados y proveedores (usan el de los clientes, pero en horario fuera de servicio), y que el espacio de servicio en general es más limitado. Aquí el personal debe estar uniformado.
Respecto a su carta, cuentan solo con seis tiempos: entremeses, sopas y cremas, verduras, huevos o pastas, especialidades de pescado, especialidades de carnes y postres.
4. Restaurantes de tercera clase
En los restaurantes de “dos tenedores” se pueden ofrecer hasta 4 entradas.
Basta que sus insumos sean resistentes, no tienen que ser lujosos, pero mantienen una buena presentación. También utilizan una misma entrada para clientes y personal. Estos serían los considerado como “restaurante promedio”, de buena calidad y precios mucho más accesibles.
5. Restaurantes de cuarta clase o de 1 tenedor
Son los más comunes. La condición básica para estos establecimientos es que el comedor debe estar separado de la cocina, mientras que la vajilla, cristalería y mantelería son sencillos, pero limpios y resistentes. No es obligatorio que los meseros usen uniformes, solo deben tener una presentación muy bien aseada.
En estos restaurantes solo se ofrece un menú sencillo de al menos cuatro entradas. Aquí la funcionalidad y accesibilidad son prioridad sobre el lujo o la presentación.
Independientemente de su clasificación y el nivel de exigencia que venga con ella, todos los restaurantes en general deben cuidar la higiene y calidad de sus insumos y productos, así como la presentación de sus platillos; esforzarse por conservar su propio el estilo y ambiente en la decoración; procurar un trato eficiente y amable para con los comensales por parte de personal con buena presentación y finalmente, la limpieza del establecimiento en general.