En México, dar propina es un acto voluntario (que no puede ser de ninguna manera obligatorio según la ley), que sin embargo las personas suelen realizar, generalmente porque saben que los sueldos del personal de servicio son bajos en la industria restaurantera, donde la mayoría perciben el salario mínimo.

Ya hemos hablado aquí cómo mejorar las propinas en los negocios gastronómicos  y hacer que se reciban más; y de cómo suelen administrarse y repartirse las propinas en los restaurantes en México de forma tradicional (entre los trabajadores, porque nunca debe ser retenido por el establecimiento o su dueño, según los artículos 346 y 347 de la Ley Federal del Trabajo), teniendo en cuenta que si bien en realidad, las propinas son sólo de la incumbencia de los trabajadores, las gerencias pueden sin embargo sugerir modelos para obtenerlas y distribuirlas. 

Sin embargo, ahora, con la mayoría de los comedores cerrados por la pandemia, los restaurantes deben encontrar formas de apoyar a sus trabajadores, especialmente al personal de servicio que ya no recibe la que es la parte más sustancial de sus ganancias laborales.

De hecho, cuando hemos hablado de cómo apoyar a tu personal durante la pandemia, el primer punto a considerar es el salario del mismo. De cualquier modo, es necesario buscar la forma de compensar la parte del salario que representaban las propinas que ahora ya no están en la suma. Después de todo, el personal operativo es pieza clave de un negocio gastronómico y no se debe descuidar su bienestar.

Así, se han hecho una realidad las propinas digitales. En los restaurantes y bares de Estados Unidos, por ejemplo, el típico bote de propinas generales que se repartía entre los trabajadores, ahora es una hoja de cálculo de Google, con decenas de listados de las principales ciudades, cada una de las cuales contiene nombres de miles de baristas, chefs, camareros y personal afectado por la crisis actual, y la forma de pago para darle una propina virtual.

Se trata de un apoyo, que no es una solución definitiva; sin embargo, hace posible reunir cantidades que signifiquen una diferencia real para la vida de los trabajadores afectados en estos momentos económicamente críticos.

También existen ya, además de las propinas digitales, los bonos gastronómicos,  que en México, como te contamos el post sobre el efecto de la pandemia en esta industria, ha implementado la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados, CANIRAC, lanzando la campaña Salvemos México, que se promocionó bajo el hashtag #SirviendoAMéxico, así como el portal gastronómico Culinaria Mexicana, que también reúne a muchos restaurantes que se sumaron a la idea que se promociona con el hashtag #SalvemosRestaurantes

Te hemos presentado los bonos gastronómicos como una alianza entre tus clientes y tu restaurante, pues mediante estas compras anticipadas – que pueden incluir beneficios adicionales únicos otorgados por cada restaurante-, se ayuda a los establecimientos a continuar vivos mientras dura la crisis sanitaria, al igual que lo hace el consumo mediante el servicio a domicilio.

Y también hay ya operando en el país opciones que reúnen ambas: propinas virtuales y bonos gastronómicos, como la campaña “Por México, Por Todos”, que bajo el lema “Compra una comida, deja una propina, tu restaurante te lo agradecerá hoy, tú lo disfrutarás después”, ofrece la posibilidad de hacer ambas cosas en una plataforma iniciativa de Heineken. Por decirlo de algún modo, aquí se puede hacer una compra anticipada de la cena, y de paso anticipar la propina de la misma, para cuando sea posible acudir a disfrutarla.

Son solo ejemplos, porque las posibilidades para apoyar atraviesan cualquier medio, incluso hay pequeños restaurantes haciendo sus propios acopios públicos de propinas para sus meseros, ya sea digitalmente o físicamente, incluso con acopios de apoyos en especie; lo importante es que los establecimientos se adhieran a estas iniciativas, o bien, generen otras, y que, como público, los comensales las apoyemos. 

Finalmente, la propina en México ha sido histórica y culturalmente, un acto de solidaridad con los trabajadores. Y estos son precisamente tiempos idóneos para practicarla, tiempos donde la solidaridad es más requerida que siempre.